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lunes, 6 de septiembre de 2010

El atraso


El Atraso.

   A lo largo de mi larga vida he tenido muchos momentos de nervios extremos, pero sin duda, los momentos más nerviosos y, tal vez, más extraños, han sido los atrasos de alguna menstruación -¡Su atraso! ¡Nuestro atraso!-, aun que en ese momento no se notara en mi cara ni en mis actitudes, han sido en mi vida las situaciones más extremas, tomando en cuenta que he vivido muchas situaciones extremas a lo largo de mis 20 años -y que mi vida sexual no supera aun la cuarta parte de esos años, los atrasos menos aun- ya que no se comparan a la sensación de no estar seguro de si le llegará la regla, ¡de si serás papá o no! Más aun cuando la persona con la que estás es regular en su periodo. O sea, por lo general, igual me tocó una niña con régimen irregular.

   Lo primero que pasa es el cómo me entero. Ella se acerca a mí, o me llama desesperada por teléfono y me dice que quiere hablar conmigo, muy en privado, y dice: “Tengo un atraso. Llevo tres días. No te quise decir para no asustarte, pero ahora es pertinente, creo que estoy embarazada”. Luego, te cuenta todo lo que pensó: “conté mis días fértiles y creo que lo hicimos sin protección esos días”, “no tengo los síntomas premenstruales, significa que no me llegará”, “de esta forma le contaremos a mis papás que estoy embarazada…”, etc., etc., etc.; Y ahí es cuando yo mismo me empiezo a cuestionar: “parece que si estaba ella en su periodo fértil y las pastillas desgraciadas no funcionaron” (claro, esto para mis adentros no más); y luego, después de meditar y poner fría la mente -o sea los nervios me duraron unos minutos, tal vez 15 o 20- viene el razonamiento lógico, la mentalidad que me caracteriza, todo lo que ya dije a ella, viene a pasar de forma concreta en mi mente, convenciéndome: “las pastillas si funcionan, no conozco ningún caso en que haya ocurrido lo contrario. Además, yo mismo le llevo la cuenta de su periodo, no me equivoqué, en los días fértiles siempre uso condón. Estoy puro leseando.”

   Dentro de esos 20 minutos -que ahora pienso que pueden llegar a 30- además de pensar que puedo estar embarazado, de forma caótica para mi vida –hmmm-, se me pasa la idea que tal vez a la mayoría de los hombres les pasa: “Qué lindo sería tener un bebé”. A pesar de mi edad, siempre he querido un hijo, y no me haría problemas tener que lidiar con una niña -de mi edad o entre 19 y 28 años- que de verdad esté embarazada de mi, toda histérica (en el sentido convencional de la palabra) y revoltosa-asustada. De hecho, le animaría a pensar que eso le pasó porque tenía que pasarle y decirle lo bonito que sería -cosa que ya he hecho, aun sabiendo que ella no estaba embarazada-.

   Por lo general esto es, en cuento corto lo que pasa, pero… siempre son miles los rollos que pasan por mi mente, son miles las palabras que cruzan entre su boca y la mía, esas conversaciones son agradables-desagradables, hacen madurar, por muy duro que sea el momento.

   También, está lo “trágico”. A pesar de las facilidades que existen hoy en día para las estudiantes -en caso de que ella estudie- es muy complicado para una mujer ser madre y estudiar con un bebé, yo, por supuesto, ayudaría en todo, incluso más de lo que pudiera -¡es mi bebé!-: a cuidar, a mantener, no sé, lo que sea. Pero ella es la que cargará nueve meses, nueve lindos meses con una vida en su cuerpo, la que -de no vivir juntos y que es lo más probable- despertará recurrentemente debido a que nuestro hijo la despierta, la que tendrá que dar de mamar y dejar su leche en una mamadera para que NUESTRO hijo se alimente. En realidad no es trágico, pero es injusto que el mayor peso se lo lleve una sola persona.

   Tengo una amiga que es madre, yo soy como un padre para su hijita –pocos saben esto, ahora es público-, y vi el esfuerzo de ella para que no fuera una madre ausente mientras estaba en la educación media, para que a su hijita nunca le faltara nada y para que sus padres –los abuelos- no fueran quienes cuiden de verdad a su nieta y parecieran los verdaderos padres. Por eso sé lo que conlleva la responsabilidad. Y, al menos yo, pienso en todo eso cuando me dicen: “…tengo un atraso…”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hermoso..
me encanto esto...
lo lei como dos vecs..
es hermoso!!!

Boris Edgard dijo...

gracias Gabitha!! ^^ jajaja sé que fuiste tú!!!