NO al Scaldasonno!!
Primero que nada, sé que por esto podría recibir una jugosa demanda, así que de antemano aviso que lo escribo porque es lo que siento y me pasa, si alguien quiere este producto, úselo, no le digo que no lo haga.
Muchos amigos y amigas, a lo largo de mis años que llevo viviendo “solo” -o sea, en un internado o en pensión y ahora con mi hermana y dos “amigas”- me han preguntado “¿Por qué no usas scaldasonno?” y yo siempre digo: “me da mucho calor”, lo que no es mentira, pues odio las temperaturas muy altas. De hecho, estudio en Temuco por eso, en Concepción hay temperaturas MUY ALTAS durante el año, en cambio acá, vivo libre, con frio (¡RICO!) y lluviecita (^^).
El caso es que siempre cuento una sola parte de la realidad, pues en mi vida no gobierna sólo la temperatura de mi cuerpo, pues uso guatero -JÁ!- este, si me acaloro lo puedo tirar al suelo y se acabó el problema y si lo piensan, el aparatito este, lo podría regular.
Hubo una vez en que pasé unos días en casa de mi novia, en su cama con su scaldasonno, al principio TODO BIEN, nos acostábamos, teníamos sexo, dormíamos y a mitad del sueño uno despertaba al otro, más sexo, y así las dos primeras noches, en las que yo “regulé” el aparato y nunca lo hice, nunca lo enchufé -JAJAJÁ-. A la tercera noche, nos acostamos y la temperatura la reguló ella, la cama estaba tan relajante que nos pusimos en cucharita y regaloneamos un rato, y nos quedamos así, juro que la comodidad era tal que no me dieron ganas de nada más que estar ahí sin moverme -si, es chistoso, pero me van entendiendo- y dormimos. La noche siguiente “regulé” yo. Todo igual que las dos primeras noches y la última noche, reguló ella: ¡NUEVAMENTE NADA! -es triste, pero nuevamente no quería moverme y por lo que sé ella tampoco porque tenía buena iniciativa-.
En la mañana, frustrado le reclamé y le conté lo que yo había hecho y lo que nos había pasado, y ella me contó que había notado extraña la situación en la mañana de la primera vez que dormimos sin exaltaciones, pero que no se imaginó la razón, y que le había resultado aun más raro esa noche en particular, porque era su ultimo día sin fertilidad -JÁ! Calzado!- y por lo general eran las noches más salvajes que teníamos, pues había un pequeño lapso -ojalá hubiera sido un tiempo pequeño- en que no pasaba nada pos. El caso es que en la mañana hubo mucho sexo. Jajajaja.
Esta es la razón de que no me guste el scaldasonno. Con un aparato que da tanta comodidad al dormir, uno no puede hacer algo que no sea dormir, es así de simple. Espero que algún día alguno de los que me haya preguntado tenga la oportunidad de leer esto, pues se reirá bastante.
Muchos amigos y amigas, a lo largo de mis años que llevo viviendo “solo” -o sea, en un internado o en pensión y ahora con mi hermana y dos “amigas”- me han preguntado “¿Por qué no usas scaldasonno?” y yo siempre digo: “me da mucho calor”, lo que no es mentira, pues odio las temperaturas muy altas. De hecho, estudio en Temuco por eso, en Concepción hay temperaturas MUY ALTAS durante el año, en cambio acá, vivo libre, con frio (¡RICO!) y lluviecita (^^).
El caso es que siempre cuento una sola parte de la realidad, pues en mi vida no gobierna sólo la temperatura de mi cuerpo, pues uso guatero -JÁ!- este, si me acaloro lo puedo tirar al suelo y se acabó el problema y si lo piensan, el aparatito este, lo podría regular.
Hubo una vez en que pasé unos días en casa de mi novia, en su cama con su scaldasonno, al principio TODO BIEN, nos acostábamos, teníamos sexo, dormíamos y a mitad del sueño uno despertaba al otro, más sexo, y así las dos primeras noches, en las que yo “regulé” el aparato y nunca lo hice, nunca lo enchufé -JAJAJÁ-. A la tercera noche, nos acostamos y la temperatura la reguló ella, la cama estaba tan relajante que nos pusimos en cucharita y regaloneamos un rato, y nos quedamos así, juro que la comodidad era tal que no me dieron ganas de nada más que estar ahí sin moverme -si, es chistoso, pero me van entendiendo- y dormimos. La noche siguiente “regulé” yo. Todo igual que las dos primeras noches y la última noche, reguló ella: ¡NUEVAMENTE NADA! -es triste, pero nuevamente no quería moverme y por lo que sé ella tampoco porque tenía buena iniciativa-.
En la mañana, frustrado le reclamé y le conté lo que yo había hecho y lo que nos había pasado, y ella me contó que había notado extraña la situación en la mañana de la primera vez que dormimos sin exaltaciones, pero que no se imaginó la razón, y que le había resultado aun más raro esa noche en particular, porque era su ultimo día sin fertilidad -JÁ! Calzado!- y por lo general eran las noches más salvajes que teníamos, pues había un pequeño lapso -ojalá hubiera sido un tiempo pequeño- en que no pasaba nada pos. El caso es que en la mañana hubo mucho sexo. Jajajaja.
Esta es la razón de que no me guste el scaldasonno. Con un aparato que da tanta comodidad al dormir, uno no puede hacer algo que no sea dormir, es así de simple. Espero que algún día alguno de los que me haya preguntado tenga la oportunidad de leer esto, pues se reirá bastante.
9 comentarios:
jajaj xD Muy bueno el post (Y)
Un beso. Dana
Los scaldasonno son lo más rico para pasar un invierno cálido.
de hecho... hay otras formas de pasar ricas noches de invierno ^^
ni me acordaba de que escribí esto!! joauuajoaja
Por dios que tipo ñas patético...
Lo siento amigo necesitas ayuda clínica, además tu reacción deja harto que desear...
jajaja.. leí esto esperando alguna anecdota tragica, o alguna razón para no comprarme un escaldasonno. jaja,.. me encantó leer este post, yuna idea para la proxima... tengan sexo con el scaldasonno apagado y cuando terminen lo prenden para dormir calentitos toda la noche haciendo cucharita! suerte!!!! ;)
Lini
:) tampoco... jajajajaja
Queeeeeeee manera de reir wn sajkhdaskjhdkajhdkjahdja buena saludos y siga teniendo sexo salvaje
Voy a seguir tu consejo, este invierno no voy a prender el scaldasono, bueno al menos voy a "tratar" de no prenderlo...ja.ja.ja...luego de 12 años de matrimonio no estaría mal recordar las ricas noches de invierno que pasabamos antes de ponernos tan comodos y comprarnos un rico scaldasono...uf! cuantos recuerdos de esas ricas noches de crudo invierno que pasamos mi marido y yo en el sur...ahora que lo pienso, el frio duraba solo un par de minutos...Gracias por el consejo!
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