Alma de conquistador

Alma de conquistador

Oh, Don Juan, nos transportas en tus historias, en tus hazañas, nos muestras tus corazones y tus batallas, nos guías en el amor y en sus marañas, convirtiéndonos en lo que sólo tú fuiste, en el único que tú fuiste.

Eres el hombre de mucho sentir, de mucha pasión y de mucho corazón, el que es capaz de mirar y conquistar, el de valiente seducción y osadía temeraria. Don Juan, oh tu corazón. Tú, el más bello ladrón, el que no tiene ni ley ni Dios, el que sabe luchar hasta el final y sin mirar atrás.

Eres el hombre. El único capaz de recuperar lo que más amaba, noche tras noche, sobre tu corcel sin boche e inundando habitaciones de poesía y canciones. Eres el que busca tierras idóneas de tu misma tierra, de tierras lejanas y extranjeras, soltando sonrisas, soltando miradas, soltando palabras y ágiles mitigaciones de tu alma.