Felicidad Infinita
Estaba allí sentado observando, así como cada vez que me cansaba de correr, saltar, bailar, cantar, crecer y jugar con ella. Estaba allí sentado, así como cada vez que me cansaba de hacer eso que era imposible que me cansara, estaba cansado de tanto disfrutar, reír y vivir. Estaba allí sentado tan solo observando y de pronto la vi apuntar con su tan pequeño dedito, con su firme mano, esa que anhela libertad. Apuntó con su hermoso bracito, blanco y brillante como mis queridas nubes. Ella lo apuntaba, apuntaba a ese conejito, canela y pequeñito. Ella lo apuntó y dijo “CONEJO” y apenas se le entendió. Fue el mejor momento de mi vida y estuve lleno de emoción por mucho rato, la abracé bien fuerte y lloré, probablemente ella no sabía lo que me ocurría y no tenía idea alguna de que yo era feliz tan sólo por escuchar eso.
2 comentarios:
Es extraño,,,si,,,muy extraño...
Saludos
sipis... pero creo que todo lo que escribo debiera ir en esa categoría...
saludos ;)
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