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domingo, 13 de marzo de 2011

La soledad de las nubes que me acompañaron


La soledad de las nubes que me acompañaron

   Mi cerebro disfruta el hacerme olvidar, disfruta cada segundo de mi desvariar y mi soledad. Mi cerebro disfruta el hacerme sufrir, el impedirme la risa y la sonrisa, festeja mi dolor y mi incomprensión.

   Mi cerebro me traiciona a menudo, con la ayuda de algunos nudos, de algunos putos y de algunos brutos, mi cerebro me traiciona a menudo, pero esta mañana decidí jugarle en contra, me desperté feliz, con un poco de dolor de cabeza, pero mi cerebro no me ganaría hoy.

   Me levanté y me vestí con mis jeans rasgados, mi chaleco negro a rayas azules y mis zapatillas cafés, tome una cajetilla negra, un encendedor rojo y mi billetera, bajé las escaleras y caminé... caminé hasta más no poder, caminé en la soledad de las nubes que me acompañaron por mi sucio camino de ríos de mierda, anhelando ser limpiados algún día...

   Caminé en la soledad de aquellas nubes oscuras y hambrientas de tanto haber llorado la noche anterior. Caminé junto a ellas mientras les conversaba de mi vida y mis problemas... caminé junto a ellas mientras me contaban en su brisa que me despertara en la rabia de sus historias.

   Recorrí pasajes que no había explorado en la ciudad, encontré una plaza habitada sólo por vagabundos, otra en que sólo flameaban banderas y una estatua les adornaba. Recorrí la burda ciudad y encontré sorpresas, una de ellas fue que a mi cajetilla negra le faltaban dos cigarros solamente, ya en dos horas de caminata. Sorprendido decidí alargar el camino y terminar pronto lo que debía terminar, pasé por una botella verde a boliche y me senté en el puente a disfrutarla, la bebí tranquilamente mientras ya fumaba el décimo, junto a un perro que me miraba atento y bajo la soledad de las nubes que me acompañaban

3 comentarios:

Tania Medina S. dijo...

"Junto a perro que me miraba atento y bajo la soledad de las nubes que me acompañaban".

Algo paranoico, pero muy bueno.

Besos***

Boris Edgard dijo...

yo... no lo veo paranoico, lo veo real...

Kata Cempe dijo...

que mejor que caminar, verdad?