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jueves, 7 de julio de 2011

Con el corazón en la cabeza


Con el corazón en la cabeza

    Y tengo mi corazón en la cabeza, pensando todo el día en ti, sin tener conciencia de lo que hago o lo que no, simplemente pensando en ti. ¿Está bien? ¿Está mal? Por el momento no me importa, pues me consuela el poder verte de vez en cuanto, el poder rozar nuestros brazos de vez en cuando y el saber que igual ocupo un pedacito de tus pensamientos, y espero que tus pensamientos estén, al igual que en mi, en tu corazón... si, con tu corazón en tu cabeza, que me pienses y que tu piel se erice, que tus labios se sequen y que tu mente se vuele aun que sea un segundo de lo que estés haciendo.

10 comentarios:

Tania Medina S. dijo...

Con el corazón en la cabeza, pensamientos en el corazón, piel erizada, labios secos... Diagnóstico: enamorado. jeje.

También me gustó la imagen. Besos***

Boris Edgard dijo...

wow... ¿qué diagnóstico más drástico, no?

Anónimo dijo...

Hola, muchas gracias por pasarte a ver mi blog. Espero que el relato/diálogo que escribí te gustara. Te sigo y seguiré atenta a tus nuevas entradas.

Boris Edgard dijo...

Ángela!! muchas gracias a ti también, también te sigo y también estoy atento a tus movimientos literarios ;) Saludos!!

PD: me gustó tu relato-diálogo ^^

Elizabeth Gallegos León dijo...

hola Boris,

muy bien relatado, me gusto.

un beso

Boris Edgard dijo...

gracias Elizabeth!! :D
Saludos para ti... y en cuanto tenga más tiempo me actualizo con la lectura detuespacio;)saludos y besos!!

Anónimo dijo...

Lo mismo nos pasa a todos cuando nos enamoramos... y por lo general es un flechazo a la par.

Abrazos a la distancia,
Diana

Boris Edgard dijo...

Gracias Diana... tienes razón... lo mismo nos pasa a todos cuando nos enamoramos :)
<3

Unknown dijo...

Creo que sentir eso debe ser genial, el poder decirlo también... Y que ese sentimiento sea mutuo... Más aún!!

Boris Edgard dijo...

cierto :3