Cuando la cama miro
Cuando la cama miro,
me veo pasar con cientos de mujeres,
peleando con ellas, tocándolas
o simplemente haciéndoles el amor;
me veo buscar cientos de placeres
y mitigar alegrías en reveces
e incalculables pequeñeces;
me veo alardeando de poderes,
de habilidades sobrehumanas
y de energías en tropeles;
me veo mostrando mi canciones,
mis lánguidos y románticos papeles
mis oscuros ojos y sus reflejos pasteles.
Cuando la cama miro,
me veo apelar a mis sueños,
encantarme con sus féminas
y correr ante sus oscuros dueños;
me veo acarreándome al vuelo,
surcando nubes, faldas y pareos,
manejando y subiéndolas con mis dedos
perdiéndome en sus nortes sureños
en sus incalculables y profundos,
en sus bellos y calentitos medios.
Me veo recordar tiempos de Pedreros
revolcándome en azarosos credos...
tomando manos de bellos amuletos.
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