Nueva forma, misma historia, mil historias

Nueva forma, misma historia, mil historias

   Llegó el momento, he de dejar correr la tinta por las páginas de esta hoja de word, logrando que mis manos tecleen ese lápiz imaginario, lleno de pasión y conocimientos ocultos en el interior de mi sentido común, de mi mente, mi alma y mi corazón.

    Llegó el momento de desvanecer mis sentidos en un cuento sin final, en una historia que mi vida cambiará, que la vida de todos cambiará y que al mundo entero, su concepción, su realidad, su forma y su ser, su saber y su hacer entero cambiará... Llegó el momento de embarcarme en cientos de poemas negros, llenos de pasión y amor, en poemas muertos, llenos de tenebrosas historias, plegarias y antorchas y en conceptos purificados por su literalidad, su descontextualización y su vana interpretación, por sus metáforas y mensajes sin ansias...

    Llegó el momento de permanecer oculto unas horas, tal vez unos días, sino semanas o meses, la cosa es desaparecer y entregar mis sentimientos a estos momentos, a estas caricias que me da Dios, con su manto de colores, rencores y amores bordados.

    Llegó el momento de hablar con mi corazón y no necesariamente con mi cerebro, pues llegó el momento de escribir, de nunca borrar, de nunca acabar y de sentirme poeta por un maldito momento.