Empielada cobertura
Ven cariño,
déjame tocarte entera,
desde tu cuello
hasta tus senos
(que bellas y bien puestas,
tus tetas),
me estremece tu silueta,
devoran mi cordura
tus caderas y
tu hermosura,
alivianando
las blandas conmensuras
de mis palmas,
de mis dedos
y mi fe
que ni siquiera te han tocado,
aun no disfrutan la locura,
la gracia de tus curvas,
tu envoltura,
empielada cobertura.
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