Cuento de otoño
Adiós, me largo, me voy.
Dulce bailarina del tiempo,
del viento,
ahora es cuando me voy,
¿me quieres acompañar
hasta quedar sin aliento?
Adiós, me largo, me voy.
Querida mía, Flor Marchita,
descalza,
quiero abrazarte, me voy.
Hay tanta vida en la muerte
¿dormiremos sin despertar?
Adiós, me largo...
pero te canto una canción.
te entrego un árbol, una voz.
Te abrazo, no me voy.
Te beso, ahora me voy.
Adiós, bailarina del tiempo
del viento.
Dulce viento inquieto,
lluvia escarlata, hojas de caza,
noches de calma, bella composición.
Adiós, me largo, me voy.
No sin antes un “te quiero”,
no sin antes llorar,
no sin antes matarte,
no sin antes gritar, ni escapar
de mi destino y tu vientre.
Adiós. Ya es medianoche
y esto debe terminar.
¡DEJA DE LLORAR!
Mis manos ya te soltarán,
no hay nada que celebrar.
Te digo adiós, mientras veo tus ojos,
mientras rompo tu belleza,
mientras gozo del último beso.
Hay tanta vida en la muerte.
Toma mi mano,
descansa en paz.
2 comentarios:
hay tanta vida en la muerte... suena a otoño!
demasiada vida, más de lo que crees tú
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