La danza silenciosa
El cielo está oscuro y el relámpago furioso,
su alma está sola bajo el llover tormentoso.
Las presas gimen en llantos desgarrados
sin ver al puma entre las hojas,
sin sentir la música del final, del mal
del carne y de la abrumadora hambre.
La música de la necesidad, del bosque,
de la naturaleza y su simple actuar.
El cielo está oscuro y el relámpago furioso,
su alma está sola bajo el llover tormentoso
que no le entrega presa digna ni final
a la furia del puma en su eterno danzar
que entretiene al viento y al monte real
al nocturno cóndor y su guerrillero vuelo
descontrolando al tiempo y su prisa
corriendo con la brisa para matar.
El cielo está oscuro y el relámpago furioso,
su alma está sola bajo el llover tormentoso.
Su vista nocturna y su grito rabioso
sus garras afinadas como guitarra
y sus golpes duros como batero mañoso
asechándome al corazón penumbroso.
El cielo está oscuro y el relámpago furioso,
mi alma está sola bajo el llover tormentoso.
Mientras quiero correr con el ser más poderoso
de las mansas llanuras y los detalles de valle
hasta al amanecer e irme para siempre
como eco de su cuerpo y su crueldad.
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